Cabeza, boca, presa, aliento, conformación, velocidad, pelaje.Todos los autores posteriores en libros de caza han respetado y seguido las descripciones del rey Alfonso XI, aunque es más interesante que ninguno el testimonio de un ‘quasi' contemporáneo, pues la forma de cazar y los medios de la montería cambiaron poco en apenas cien años, al contrario de lo que sucedería con la difusión de la pólvora y los cambios dinásticos en España. El hidalgo Iranzo no se resiste a perfilar datos y opiniones sobre el uso del alano en la caza mayor y las condiciones de su naturaleza, con lo que soporta mejor una visión veraz de lo que debe ser la raza. Sus palabras son respetuosas y originales: “ Y por cuanto en el Libro de la Montería que he nombrado en mi proemio, están las proporciones de los alanos y sabuesos, qué tales deben ser para ser buenos y hermosos, no será necesario ponerlo aquí, pero con todo diré mi parecer, que creo que no se desviará del suyo. “Ya he dicho que debe ser mediano de largura, altura y anchura, la cabeza un poco larga, que no muy corta y partida, y el hocico casi igual, que no sea ahusado, los labios caidos, de manera que tengan buena anchura, la boca hendida y negra dentro, porque tenga la encarnadura de ella más fuerte, las presas gruesas y cortas; los ojos pequeños como cuadradillos, un poco tristes y poco blanco en ellos, y lo que tenga, vetado de vetas sangrientas y el mirar airado, pero derecho, que no atraviese la vista sin volver la cabeza, que lo contrario es señal de traidor y homicida. Para completar la diagnosis racial, entresacaré párrafos del texto de Almazán para ponerlos en el contexto morfológico que más nos interesa en este trabajo, pues ya tenemos suficiente con la descripción corrida que recogimos del libro real. Intentaremos esclarecer conformación, encontrar más definiciones aún de la cabeza y boca que exigen nuestros expertos medievales, sin olvidar el tercio posterior tan definitivo en la conformación del perro de alcance:
Un zootecnista brillante como el Dr. Montero Agüera , de la Facultad de Córdoba, nos ilustró en plena tarea de recuperación del tipo, allá por el año 1982, con su trabajo publicado en el Simposium de Razas Caninas Españolas. Montero estudia a través de15 obras artísticas y 50 referencias caninas los diferentes tipos caninos que participan en las fiestas taurinas. Compara diferentes tipos representados y llega a algunas conclusiones dignas de ser rescatadas: Distingue entre alano y perro de presa español, hasta diferenciar índices y dibujar las siluetas de ambas razas. Los alanos son más frecuentes en las representaciones pictóricas estudiadas: aparecen en doble numero porcentual que los perros de presa. Razas de perros en las fiestas taurinas. Diferencias morfológicas. Montero, 1982.
|